1988 - 2008 20 AÑOS DE TAEKWONDO
En este 2008 se cumplen 20 años desde que comencé con la práctica de Taekwondo. Tuve la suerte que mis padres quisieran llevarme a practicar este hermoso arte marcial, a pesar de no tener la suficiente idea de que se trataba. Supongo que de todas manera intuían que la práctica me beneficiaría, ya que todo padre quiere lo mejor para su hijo. Su intuición era acertada y les estaré eternamente agradecido.
Practiqué Taekwondo durante mi infancia, mi adolescencia y mi juventud, lo que me permitió tener un claro concepto de cómo influye el TKD en cada edad. Y ahora, con 20 años de experiencia puedo decir que las mejoras físicas -importantísmas- fueron sólo una parte del entrenamiento y la práctica. Creo que la mayor enseñanza que me brindó el TKD fue a nivel espiritual y mental. Conocerse a uno mismo es lo más importante ya que si no me conozco muy bien a mí, dificilmente pueda conocer a los demás. Seguramente el TKD no logrará los mismos efectos en todas las personas, pero de algo estoy seguro: a todos les mejorará el espíritu. El Taekwondo no es sólo un arte marcial para aprender a defenderse. Es un ESTILO DE VIDA, una enseñanza permanente y un llamado de atención ante los pasos en falso que todos damos. A lo largo de todos estos años conocí gente de todas las edades, condiciones sociales, diferentes historias... chicos muy tímidos, chicos hiperquinéticos, adolescentes que buscan un rumbo, hombres y mujeres de más de 40 que recién comenzaron a practicar... Hay un TKD a medida de cada uno. Es fundamental encontrar un buen Maestro que sepa inculcar las ganas y las enseñanzas del Taekwondo. A ellos, a los buenos maestros y excelentes personas que encontré en mi camino les agradezco también por enseñarme no sólo a patear más alto sino por guiarme por el camino del TKD: Por la cortesía, la integridad, la perseverancia, el autocontrol y el espíritu indomable.
Ahora yo tengo mis alumnos. A ellos también les agradezco por permitirme enseñarles y aprender yo también junto a ellos. Porque en el Taekwondo, como en la vida, siempre estamos aprendiendo. Y recuerden que es más beneficioso aprender que ganar.
Gracias al Taekwondo por la gente que concí, amigos que hice, ciudades que conocí viajando yendo a los torneos... Gracias por llevarme en estos 20 años a conocerme más y a poder conocer mejor a mis semejantes. POR MUCHOS 20 AÑOS MÁS.